Un triunfo, y nada más, para una inexpresiva Selección

A 134 días del comienzo del Mundial, un combinado de futbolistas locales de la Argentina superó ayer 3-2 a una novel selección de Costa Rica en un amistoso disputado en San Juan. El ensayo, al decir del entrenador nacional, fue tomado como una prueba para empezar a despejar las dudas que lo llevaron, hasta aquí a convocar a casi un centenar de jugadores en apenas algo más de un año de gestión. Sin embargo, esta especie de entrenamiento con público, sin la exigencia de un rival de fuste, no parece una medida apropiada para que se tome una decisión seria sobre si, por ejemplo, Martín Palermo, debe o no estar en la lista definitiva de los 23 que viajarán a Sudáfrica. Los que tuvieron la chance fueron Campestrini; C. Rodríguez, Matheu, Burdisso y Monzón; Sosa, Mercier, Erviti y Gaitán; Hauche y Palermo.

El primer tiempo había finalizado 2-1 para la Argentina. Luego de tener que hacer un cambio por lesión a los 2 minutos (Caruzzo por Matheu), el conjunto nacional tardó en acomodarse pero se vio favorecido, a los 10 minutos, por un grosero error del arquero ‘tico’ Keylor Navas, quien tras un centro de Hauche hizo una de beach-volley y le sirvió el gol a José Sosa que abrió la cuenta de cabeza. Pero la ventaja no duraría mucho ya que, a los 20, Michael Barrantes empató de tiro libre con un remate seco, rasante, que contó con cierta complicidad de Campestrini. La tranquilidad, para un Maradona que comenzaba a inquietarse, llegó cuando el menor de los hermanos Burdisso, Guillermo, marcó el segundo de arremetida.

En el complemento, con la inclusión de Insúa, Argentina intentó llegar más armado, pero fue un tibio intento. Cuando el juego se tornaba anodino, y ordinario, Costa Rica puso el 2-2 por medio de Madrigal. Faltaban 15 minutos y sobrevolaban viejos fantasmas, pero un desborde de Clemente Rodríguez le posibilitó a Franco Jara decretar un triunfo que solo sirve para alimentar inútiles estadísticas.